Mitología
El Juicio de Paris es un famoso episodio de la mitología griega que narra como el príncipe troyano Paris fue elegido por Zeus para decidir entre las tres diosas, Atenea, Hera, y Afrodita, cual era la más hermosa.
Este juicio desencadenó una serie de acontecimientos que desembocaron en la guerra de Troya.
La historia se inicia con ocasión del matrimonio de Peleo y Tetis al que asistieron deidades del Olimpo (lugar donde vivían los dioses).
Para evitar desavenencias con la diosa de la discordia Eris, decidieron no invitarla. Eris se enteró que no había sido invitada y se sintió agraviada al quedar excluida (ni entre los dioses resultaba fácil guardar un secreto). Para vengarse, y aprovechando que las tres diosas conversaban entre ellas, lanzó una manzana de oro con la inscripción “PARA LA MÁS BELLA”.
Esta manzana se convirtió en el centro de la discordia y provocó la rivalidad entre las tres diosas por ver cual de ellas era la más bella.
Zeus, para evitar tomar partido en la discordia, encargó a Hermes llevar a Paris al monte Ida, donde pastoreaba sus rebaños para ser él quien decidiera. Paris se había criado como un austero pastor de cabras, aunque, en realidad, era el hijo del rey de Troya.
Allí, en el monte Ida, las tres diosas se le aparecieron y le ofrecieron regalos para ganar su elección. Hera le prometió poder y riqueza, Atenea sabiduría y habilidades en la guerra y Afrodita le ofreció a Paris, el hombre más bello, el amor de la mujer más hermosa del mundo, Helena, esposa del rey Menelao de Esparta.
Paris eligió a Afrodita como la más hermosa de las diosas, entregándole a ella la manzana y, cumpliendo su promesa, la diosa hizo que Helena se enamorase de Paris y ambos se fueran a Troya.
Paris, al no querer devolverla a su marido hizo que este, Menelao, furioso y traicionado, jurara recuperar a su esposa, dando inicio a la guerra de Troya. Los griegos sellaron una alianza, organizaron un ejercito al mando de Agamenón, rey de Micenas, y sitiaron Troya durante diez años en un esfuerzo por recuperar a Helena.
El conflicto entre los dioses también desempeñó un papel importante en la guerra. Hera y Atenea apoyaron a los griegos, mientras que Afrodita protegió a los troyanos.
La rivalidad divina fue una parte fundamental de la trama épica de la “Ilíada”, compuesta por Homero, que narra los eventos de la guerra de Troya. El juicio de Paris es un episodio central en la mitología griega y en la literatura clásica y ha sido representado en numerosas obras de arte a lo largo de la historia. Afrodita, Venus en época romana, sigue considerándose un símbolo de la belleza, que en la antigua Grecia era una virtud fundamental.
La historia es un recordatorio de cómo la vanidad y los deseos humanos pueden provocar desenlaces trágicos.
Documentado por Rafael Rovira Perea